South Korea

El tiempo vuela, me parece imposible que hace ya un mes que volví de Corea del Sur. Debo reconocer que, mientras estaba allí y cuando volví, me encontraba muy cansada y decía que quería estar en casa un tiempo, sin embargo, ha pasado un mes y ya estoy pensando en el próximo viaje. Soy de esas personas que siempre tiene la maleta medio hecha, quiero decir, tengo metido lo básico como pijama, calcetines gordotes (me enfrío mucho por la noche) y el neceser con las cremas de tamaños pequeños, las lentillas y la ropa de deporte (imprescindible para relajar después de una jornada larga de trabajo). Uso lentillas desde hace 13 años así que es algo sin lo que no puedo salir de casa, aunque en mi día a día prefieron las lentillas Acuvue por proteger de la luz untravioleta en los viajes os recomiendo que uséis lentillas de hidrogel de silicona por adaptarse mejor a cualquier situación, sea cual sea, siempre están en mi maleta.

Estuve 2 semanas en Corea del Sur trabajando en Busán y disfrutando de un fin de semana en Seúl así que tampoco pude hacer mucho turisto pero aproveché bastante el tiempo.

Busan es una ciudad encantadora con playa donde visité uno de los templos más bonitos que he visto hasta ahora: Haedong Yonggungsa. A orillas del mar, con el ruido tan relajante de las olas, budas de piedra... si hay un sitio donde vas a encontrar la paz en Busan es ahí sin ninguna duda.

Zona desmilitarizada: la DMZ es quizás lo más curioso de ver, es la frontera con Corea del Norte. Aunque hay excursiones organizadas que debes reservar con antelación solo 80 personas al día pueden llegar hasta la frontera real. Yo no lo cogí con mucha antelación hasta que me llevaron hasta uno de los túneles construidos para atacar Corea del Sur, ver las dos banderas y la estación de tren que ya tienen construida cuando desaparezcan las tensiones. 

Seúl: os lo dije en el anterior post, Seúl es una locura y el paraíso de las compras, recomiendo totalmente ir a Myeong-dong. Me quedé con ganas de visitar el barrio de Gangnam pero preferí visitar los palacios imperiales, que son impresionantes. Teniendo un solo fin de semana tuve que priorizar y elegí el Palacio Gyeongbakgung, o palacio de la bendición feliz (el más espectacular) y el Palacio Changdeokgung, o palacio de la virtud próspera, cuyos jardines son Patrimonio de la Humanidad. Puedes comprar un bono para visitar los 10 palacios (10.000 wones) o comprar entradas individuales. Recomiendo no visitarlos todos el mismo día porque más de 2 o 3 puede acabar resultando repetitivo.